Lo simultáneo en el bodegón



Impasibilidad. 2012. Óleo sobre tela. 76x102cm.




Resistencia. 2012. Óleo sobre tela. 50x61cm.



Escisión. 2012. Óleo sobre tela. 76x102cm.



Hueso roído. 2012. Óleo sobre tela 61x91cm.



La caída. 2012. Óleo sobre tela. 61x76cm.



La caída (Segunda versión). 2012. Óleo sobre tela. 96x127cm.




Mesa servida. 2012. Óleo sobre tela. 50x61cm. Colección privada.




Perpetua. 2012. Óleo sobre tela. 84x117cm.




Posbodegón. 2012. Óleo sobre tela. 127x140cm.




Bodegón cocido. 2012. Óleo sobre tela. 50x50cm. Colección privada.




Bodegón crudo. 2012. Óleo sobre tela. 50x61cm.




Despojo (Vanitas). 2012. Óleo sobre tela. 50x50cm.



Situación crítica II. 2012. Óleo sobre tela. 127x127cm.



Cocina. 2012. Óleo sobre tela. 76x102cm.



Bodegón cocido II. 2013. Óleo sobre tela. 20x25cm.



Bodegón crudo II. 2013. Óleo sobre tela. 20x25cm.




Lo simultáneo en el bodegón:

El ser humano por más de cuatro mil años, y sin intermitencia, no ha dejado de representar alimentos, y curiosamente bajo ciertas características recurrentes, lo que hace que una naturaleza muerta de cualquier época se relacione con cualquier otra (condición que encuentro bastante atrayente). Al partir del género del bodegón se busca generar una propuesta que indague sobre la forma en que ciertos objetos son capaces de suscitar simultáneamente conceptos que se valoran comúnmente como opuestos.

Los objetos existen fuera del ser humano, pero como prolongaciones del mismo, intermediarios entre éste y sus acciones. Es propio de la percepción de un objeto ir más allá de su mera funcionalidad, pues también se vive de una manera que desborda este hecho. El objeto es, por lo tanto, polisémico: puede sorprender, perturbar, apelar a los sentimientos, provocar la reflexión e incluso incitar el placer de lo infinito.

“Sólo mediante la forma, el diseño, pueden las palabras o la música alcanzar la quietud, como un jarrón chino que no deja de moverse todo el tiempo en su quietud”: en estas palabras del pintor francés Paul Cézanne, el objeto pintado, inmóvil y silente se debate entre el estatismo y el dinamismo. He ahí lo simultáneo: lo quieto parece querer moverse, lo efímero parece mostrarse perpetuo, el orden parece inquietarse constantemente, lo frágil parece existir conjuntamente a lo intangible; es decir, ciertas dualidades pueden sintetizarse armoniosamente en un objeto.

Esquemas Pictóricos:

Se trata de un conjunto de esbozos preparativos que contienen mediciones y líneas de guía según las necesidades de construcción de una pintura, lo que permite definir distancias y posicionamientos de las figuras en un lienzo a una escala mayor. Es un método necesario para reducir detalles del objeto y sintetizar la fotografía. El sentido de estos esquemas pictóricos consiste en establecer una forma de control sobre el objeto, un orden y un rigor que se imponen como una norma, que luego debe propiciar un tipo de transgresión en diferentes niveles, o simplemente suscitar una aceptación total o parcial la norma.


















Fotografías de la muestra en la Galería Alternativa: